El pasado viernes 5 de enero, usando drones, un comando atacó la población de Buenavista, en el municipio de Heliodoro Castillo. Nadie en Guerrero dijo nada. Guerrero, estado emblemático para Morena, se encuentra en una grave crisis de seguridad. En los últimos días, se han suscitado masacres o secuestros en lugares como Taxco, Chilapa, Petatlán y Heliodoro Castillo, además de muchos acontecimientos violentos que no han trascendido a la opinión pública nacional. Peor aún, cuando revisamos la actuación de las autoridades estatales encontramos que la situación es mucho más complicada de lo que parece. La entidad es gobernada por Morena a través de Evelyn Salgado, quien llegó al poder de manera circunstancial, en una elección cuestionada y con votación dividida. Ella pertenece a un grupo con posturas poco ortodoxas y no muy afecto a instrumentar políticas públicas modernas y exitosas.
Es claro que, ante la crisis, la gobernadora optó por callar, minimizar y distraer, algo que muchas veces recomiendan los consultores a los políticos de todo el espectro ideológico, de manera particular a los más débiles de carácter, convicción o incluso en cuanto a ideas. En los momentos más difíciles, el hipotético asesor recomienda a su ingenuo cliente todo tipo de disparates, desde comprar helicópteros artillados, el caso de Nuevo León y Tabasco, hasta ignorar el tema y rodearse de niños para recibir a los Santos Reyes, como en Guerrero. El pasado viernes 5 de enero, usando drones, un comando atacó la población de Buenavista, en el municipio de Heliodoro Castillo.
Además, fue el cura José Filiberto Velázquez quien avisó de los acontecimientos, y este anuncio también causó indignación y sobre todo desató una gran confusión sobre los hechos, su causa y el número de muertos y heridos. Evelyn Salgado, fiel a la estrategia de los políticos de Morena, permaneció en silencio. En su cuenta de X (antes conocida como Twitter), no posteó ni una sola palabra sobre la masacre, por el contrario, en nueve ocasiones se refirió a temas muy alejados a los acontecimientos.
Hace una semana, las noticias sobre el homicidio de una pareja de maestros, y el secuestro de unos humildes trabajadores del ayuntamiento en Taxco, inundaron las redes sociales y las notas de los periódicos. De los responsables nada se sabe, y tampoco de las personas que fueron levantadas. La estrategia les ha funcionado a los políticos de Morena, los dos incidentes, como muchos otros, ya no están en la opinión pública, y peor aún, la violencia se normaliza y por ende ésta se acepta como algo inevitable.
Actores públicos, quienes antes eran críticos y amenazantes, ahora callan, prefieren aceptar la normalidad de la violencia aponer en riesgo sus intereses personales. Sin embargo, la experiencia nos dice que el crimen organizado es voraz y no se detiene en su ambición por hacerlo. De no frenarlo, tarde o temprano se apodera de todo, incluso del gobierno y las empresas. La estrategia de Morena y sus pseudointelectuales de minimizar, callar y descalificar alienta a quienes causan el crimen. Este gobierno, por su inacción, será responsable de 200 mil muertes y un número increíble de desapariciones. «Salgado, fiel a la estrategia de los políticos de Morena, permaneció en silencio. En su cuenta de X, ni una sola palabra de la masacre».