El pasado 30 de septiembre, el papa Francisco ungió a 21 nuevos cardenales, con lo que asegura que la mayoría de los que integran el Colegio Cardenalicio son afines a sus posiciones. Con este consistorio, que puede ser el último del pontificado de Bergoglio, nos encontramos que de los 137 cardenales que pueden elegir papa, por tener menos de 80 años, 99 han sido ya nombrados por él. Los más importantes vaticanólogos consideran que el papa, en el décimo año de su pontificado, garantiza que quien sea su sucesor continúe la línea de cambio que él representa. Los cristianos en el mundo son poco más de 2000 millones y de ese total los católicos suman 1300 millones, un poco más de la mitad. Lo que haga o deje de hacer la Iglesia Católica tiene un gran impacto en toda la cristiandad y en el mundo. Hay un sector minoritario de cardenales electores contrarios a los cambios que ha promovido el papa Francisco, algunos de ellos en México. Su influencia a nivel de la Iglesia universal es reducida y su fuerza se concentra en la iglesia local que presiden o presidieron. Los años del pontificado del papa Francisco se han caracterizado por su compromiso con la reforma de la Iglesia, para hacerla más abierta y comprometida con los más necesitados. En la formación del Colegio Cardenalicio, como ningún otro papa en la historia, Francisco se ha propuesto nombrar a cardenales de todos los continentes y privilegiar a las regiones más lejanas, para hacer evidente el carácter universal de la Iglesia. Los 99 cardenales nombrados por el papa Francisco comparten una visión del mundo y también de lo que la Iglesia debe de hacer frente a la realidad a la que se enfrenta en las más diversas latitudes y culturas. Ahora el más importante asesor teológico del papa es el arzobispo argentino Víctor Manuel Fernández, el famoso y polémico “Tucho”, que fue ungido como cardenal en este último consistorio y nombrado cabeza del dicasterio de la doctrina de la fe, la otrora temida Inquisición. El Cardenal Fernández es un sólido teólogo, sacerdote diocesano, con estudios en la Universidad Gregoriana y un doctorado en la Universidad Católica de Argentina, el que obtuvo con una tesis sobre San Buenaventura. También es autor de más de 500 textos, entre ellos el polémico, “Sáname con tu boca. El arte de besar”. Su misión, se lo dijo el papa con fuerza y claridad, no es perseguir las supuestas desviaciones de la teología, sino animar la investigación y el debate teológico. Es un cambio fundamental en la línea que impulsa el sucesor de Pedro. El actual Sínodo, que ha trabajado en Roma este mes de octubre y volverá a reunirse en octubre de 2024, es una de las más importantes acciones del papa en el proceso del cambio de la Iglesia. En buena parte, aquí queda plasmado para la posteridad su trabajo por cambiar la Iglesia; esa pretende ser la expresión más acabada de su legado. Lo acompañan los cardenales nombrados por él. Uno de ellos será papa y tendrá la misión de continuar el proceso que inició. Sin embargo, el Espíritu anima en toda reunión de cardenales, el tiempo dirá qué rumbo toma la Iglesia.
El texto original de este artículo fue publicado por la Agencia Quadratín en la siguiente dirección: https://www.quadratin.com.mx/opinion/los-cardenales-del-papa/